Durante la Eucaristía realizada el día 12 de junio del 2007, en la celebración de la Fiesta de nuestro fundador San Gaspar Bertoni, en Corumbataí-Sp, Brasil, nuestro superior general se refirió a la labor evangelizadora de nuestros cohermanos, mas también llamó la atención para no descuidar la formaciónintelectual, tanto como la formación espiritual. Aquí una sintesis de su homilia.
Queridos cohermanos,
Queridos cohermanos,
Estoy muy feliz y considero una bendición poder celebrar este año la fiesta de San Gaspar aquí con ustedes.Ya hace dos meses que me encuentro visitando las comunidades de la Provincia Santa Cruz, en Chile, Paraguay y ahora en Brasil y pude constatar como nuestros cohermanos desempeñan el trabajo apostólico, con mucho empeño y espíritu de sacrificio. Ahora, a partir de la fiesta de nuestro fundador, mirando su vida y realidad, me gustaría compartir algunas ideas.
San Gaspar Bertoni, hombre de vida espiritual
Infelizmente existe una gran tentación que penetra la vida religiosa, y nuestras comunidades no son la excepción: la gran cantidad de trabajo apostólico deja de lado la vida interior. Antes de todo, es Cristo que debemos buscar, su vida y su amistad. San Gaspar, a pesar de las innumerables actividades, siempre fue hombre de espíritu, de profunda oración y reflexión. Por tanto debemos dar más atención a nuestra vida espiritual. Si nuestro corazón está lleno de Dios podemos ofrecer algo más a los otros; sino nuestra vida religiosa y sacerdotal se torna una rutina sin vida.
San Gaspar Bertoni, hombre de estudio y de cultura
Aquí el segundo pensamiento que está unido al primero.
Hoy el peligro - nuestros cohermanos jóvenes, no son excepción - es vivir del conocimiento acumulado en el pasado. El estudio de teología, durante el periodo de formación, se torna suficiente para el resto de la vida: no abrimos más un libro, no leemos artículos de reflexión teológica, etc. Es necesario preparar bien la homilia, las reuniones formativas, y no contentarnos solamente con decir lo que las personas quieren oír. Necesitamos formar nuestras comunidades de fieles con una fe profunda.
Nuestra formación religiosa e bertoniana
Otro punto importante es que no debemos perder de vista el hecho de ser religiosos y religiosos estigmatinos.
El estudio y la formación sobre nuestro carisma, para algunos cohermanos, quedaron restringidos al tiempo del noviciado. No leen más las constituciones, ni los escritos del fundador, ni se interesan por la vida de la Congregación o de la Provincia. Para estos la única cosa importante es el apostolado.
En este ritmo, nuestra vida se tiende a tornar una vida de sacerdotes diocesanos y no una comunidad de religiosos consagrados.
Retomo las alegrías que estoy percibiendo en esta visita canónica. Son muchas cosas bonitas que he visto en el caminar de esta visita, sea en Chile cuanto en Paraguay y ahora en Brasil. Por todo eso agradezco a Dios. Me gustaría que, en este día, como también escribí a las otras comunidades estigmatinas, todos nosotros rezaremos insistentemente a nuestro santo fundador Gaspar Bertoni, colocando dos intenciones. El encuentro Internacional de los formadores que se realizará en julio en Italia. La formación inicial de los futuros estigmatinos es importantísima y exige mucho empeño. El camino no es exento de desilusiones y grandes dificultades.
La segunda intención es rezar por las misiones, principalmente por las que acontecerán en Santo Antonio do Sudoeste-PR, Brasil.
Quiero también saludar con mucho cariño a los laicos presentes, miembros de la FABER y que son nuestros compañeros en el apostolado misionero. Sean próximos de nuestros cohermanos colaborando con ellos y viviendo juntos el espíritu de santidad de nuestro fundador.
Andrea Meschi, Superior General, css